Dejar el cargador del celular enchufado sin estar en uso no solo genera un consumo innecesario de energía, sino que también representa un riesgo significativo para la seguridad del hogar. Con el tiempo, esta práctica puede provocar el desgaste del cargador y del cable, aumentando la probabilidad de cortocircuitos y posibles incendios. Además, este consumo «fantasma» incrementa el gasto energético, afectando la economía familiar. Expertos advierten que es crucial desconectar los cargadores cuando no se están utilizando, especialmente si son de baja calidad o ya muestran signos de deterioro.

Factores de riesgo

• Desgaste del cargador y cable: Dejar conectados los cargadores provoca un desgaste silencioso que puede comprometer su seguridad y eficacia.
• Consumo de energía pasiva: Aunque pequeño, este consumo constante suma un gasto significativo a lo largo del tiempo.
• Cortocircuitos e incendios: Los cargadores desgastados o de baja calidad son más propensos a sobrecalentarse, lo que puede desencadenar incendios.

Es esencial revisar periódicamente el estado de los cargadores y optar por productos de calidad que cumplan con las normativas de seguridad para evitar accidentes.