
Un grupo de estudiantes del quinto año del Instituto Tecnológico Comahue (ITC) creó un robot llamado «Roberto» en homenaje al primer «Rover» de la NASA que exploró la superficie de Marte. Roberto es un prototipo robótico diseñado para enfrentar terrenos hostiles y cuenta con capacidades innovadoras desarrolladas por los alumnos.
Este robot, que actualmente se encuentra en la fase final de armado, tiene como objetivo medir las emisiones de dióxido de carbono, monóxido de carbono y otros gases combustibles, preferentemente en espacios confinados. Los estudiantes trabajan incansablemente para completar su construcción y presentarlo en la Expo Innovar 2023, que se llevará a cabo los días 28, 29 y 30 de septiembre.
La presentación de Roberto en sociedad tendrá lugar en el Concurso Nacional de Innovaciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. El proyecto de los adolescentes de la orientación electrónica fue seleccionado como participante privilegiado en la categoría de Escuelas Técnicas y Agrotécnicas. Además, cuenta con el respaldo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto de Tecnología Industrial (INTI).
Diego Gutiérrez, profesor a cargo del proyecto, proporcionó detalles sobre las capacidades de Roberto en Radio 7. «El robot está equipado con una cámara que transmite imágenes y un brazo que puede levantar muestras si es necesario. También puede medir gases en espacios confinados, como empresas, con el propósito de evaluar su peligrosidad para la salud», contó. Se planea operarlo a control remoto para recibir imágenes y datos, con un alcance de hasta un kilómetro, funcionando también mediante Wifi.
Aunque el tamaño actual de Roberto es de 50 centímetros de alto por 30 de ancho, los estudiantes no descartan la posibilidad de construir un robot más grande en el futuro. El profesor subrayó que la tecnología detrás de Roberto tiene un propósito claro: ayudar a la comunidad. El robot tiene un enfoque específico relacionado con eventos de la vida real, como la reciente tragedia en la refinería NAO en Plaza Huincul, donde una explosión y un incendio resultaron en la pérdida de vidas. Además, se busca prevenir accidentes mortales relacionados con la inhalación de monóxido de carbono. El profesor destacó que esta tecnología es una forma de asistencia esencial en situaciones críticas.