El ministro del Interior, Diego Santilli, llegó a Neuquén capital para reunirse con el gobernador Rolando Figueroa y avanzar en una agenda de acuerdos políticos y fiscales que incluye presupuesto nacional, reforma laboral, nuevo Código Penal, baja de impuestos y, más adelante, una discusión de la coparticipación federal. El funcionario destacó el rol estratégico de Vaca Muerta y aseguró que el Gobierno nacional buscará construir “un camino de crecimiento sostenido por 20, 30 o 40 años”.
Durante una entrevista en Radio 7 – Canal 7 de Neuquén, Santilli definió la visita como parte de una ronda de encuentros con gobernadores para escuchar demandas provinciales y, a la vez, presentar el paquete de reformas estructurales que impulsa la gestión de Javier Milei. “Vengo a escuchar la agenda del gobernador y a plantear la agenda nacional: presupuesto, modernización laboral, baja de impuestos y un nuevo Código Penal”, resumió.
El ministro consideró a Neuquén como “un faro energético para la Argentina” y subrayó el impacto que pueden tener en las exportaciones las inversiones vinculadas a Vaca Muerta, la energía y la minería, en articulación con otros sectores como la industria del conocimiento, el campo y la industria tradicional. En ese contexto destacó el avance del proyecto Vaca Muerta Sur, que llevará un oleoducto desde la cuenca neuquina hasta Punta Colorada (Río Negro), obra que –dijo– “podría aportar unos 15.000 millones de dólares en exportaciones”.
Santilli señaló que esa potencialidad exige infraestructura y logística: rutas en condiciones, corredores seguros y coordinación entre inversión pública y privada. Admitió que el tema de las rutas y los fallos judiciales por su deterioro forma parte de las preocupaciones que los gobernadores patagónicos ponen sobre la mesa, y adelantó que también será un punto de la conversación con Figueroa, en el marco del impacto del tránsito pesado que genera la actividad hidrocarburífera.
Reforma laboral: “no quitar derechos a quienes los tienen, sino dárselos a los que están afuera”
Uno de los ejes centrales de la visita fue la reforma laboral que el Gobierno nacional pretende enviar al Congreso en las próximas semanas. Santilli confirmó que no está incluida en la Ley Bases, sino que ingresará como un proyecto específico, que primero será discutido en gabinete y luego en el llamado “Consejo de Mayo”, ámbito en el que confluirían gobernadores, sindicatos y otros actores.
El ministro planteó el diagnóstico en términos numéricos: la Argentina tiene unos 23 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales apenas 6 millones tienen empleo formal en el sector privado y 3 millones en el sector público. El resto, es decir más de 9 millones de personas, se mueve entre monotributo, autónomos e informalidad, sin derechos plenos.
“Hoy la mayoría de los laburantes son informales. Tienen cero derechos: no tienen vacaciones, no tienen cobertura de salud ni jubilación futura. La reforma laboral apunta a integrar a esa mayoría a la formalidad, no a quitar derechos a quienes ya los tienen”, sostuvo.
Santilli explicó que el objetivo es romper el miedo de las PYMES y comerciantes a contratar personal: “El gran temor es que tomen un laburante, después tengan un juicio laboral y terminen perdiendo lo poco que tienen. No por la indemnización en sí, sino por la industria del juicio que se armó alrededor”. En ese sentido, habló de modernizar convenios, tomar en cuenta las diferencias regionales de productividad y replicar experiencias como la modernización del convenio petrolero de Vaca Muerta, que –recordó– permitió expandir la actividad y multiplicar puestos de trabajo.
La reforma, remarcó, también busca reinsertar a las personas de más de 45 o 50 años que quedaron fuera del mercado laboral. “Con el sistema actual, ese segmento queda prácticamente expulsado. Necesitan una oportunidad distinta para volver a trabajar con derechos”, afirmó.
Inflación, crédito y acceso a la vivienda
Consultado por el déficit habitacional, Santilli vinculó la solución al desarme del proceso inflacionario y al regreso del crédito hipotecario. Recordó que la Argentina pasó de un nivel de 211% de inflación anual a alrededor del 30%, aunque reconoció que todavía es insuficiente y que el objetivo es llegar a un dígito, en línea con estándares internacionales.
“Cuando bajemos la inflación a un dígito, la Argentina vuelve a ser sujeto de crédito: ahí es cuando cualquier ciudadano puede volver a pensar en un crédito para su casa, su terreno o su departamento, como pasaba hace 30 o 40 años. Con tasas atadas a la inflación de los últimos años, era imposible”, señaló.
El ministro destacó que el Gobierno nacional hizo un fuerte ajuste para alcanzar el equilibrio fiscal, eliminando “15 puntos de déficit –10 del Banco Central y 5 del Tesoro–” y bajando impuestos por otros dos puntos, lo que –según su visión– libera recursos en el sistema financiero para que el sector privado y las familias vuelvan a acceder al crédito.
Nuevo Código Penal y “tolerancia cero” al delito y la corrupción
Otro de los capítulos que Santilli llevará al diálogo con los gobernadores es la reforma integral del Código Penal, una norma que calificó como “vetusta”, redactada en 1921 y sometida a al menos ocho intentos fallidos de actualización.
“Para nosotros es clave. Necesitamos fijar con claridad dos conceptos básicos: tolerancia cero al delito y tolerancia cero a la corrupción. No puede ser que el delincuente aparezca como víctima social y el ciudadano viva encerrado con rejas y miedo”, sostuvo.
El futuro Código Penal, adelantó, abordará temas que hoy no estaban contemplados hace un siglo, como los delitos vinculados a tecnologías, celulares e internet, y ordenará situaciones donde la legislación quedó desfasada respecto de la realidad social.
En esa línea, ponderó leyes recientes como la reiterancia, que busca terminar con la “puerta giratoria”. Mencionó que en Neuquén la norma fue aprobada, rechazada en primera instancia por dos jueces y finalmente avalada por un tribunal superior. “La Argentina tiene que resolver estas discusiones y alinearse con lo que el mundo ya saldó”, afirmó.
Ante la consulta sobre casos locales, como el choque de un automovilista alcoholizado contra un policía motociclista en Neuquén o el atropello de un inspector de tránsito durante un control, Santilli consideró que esos hechos “exceden lo contravencional” y deben ser tratados como delitos graves, dado que ponen en riesgo vidas que “son irreparables”. También valoró el avance de las normas de alcohol cero al volante y el cambio cultural en los jóvenes, con la figura del “conductor responsable” como práctica cada vez más extendida.
Coparticipación y reparto de impuestos: “es un debate que nadie se animó a dar”
Uno de los puntos sensibles para las provincias, y particularmente para Neuquén y la Patagonia, es el esquema de coparticipación federal y la distribución de impuestos. Santilli admitió que el tema forma parte de los planteos recurrentes de los gobernadores y aseguró que el Gobierno nacional no rehúye esa discusión, aunque planteó una hoja de ruta escalonada.
“Es un debate que nadie se animó a dar desde la reforma constitucional de 1994, que dejó inconcluso el nuevo régimen de coparticipación. El presidente Milei está dispuesto a dar esa discusión, como ya se animó a eliminar 15 puntos de déficit y avanzar en modernización laboral y baja de impuestos. Pero primero necesitamos un presupuesto aprobado, avanzar con las reformas estructurales y luego, sí, discutir el nuevo esquema de reparto”, indicó.
En un breve contacto con la prensa junto al periodista Pablo Servi, el ministro insistió en que el objetivo del Gobierno nacional es que la Argentina logre 20, 30 o 40 años de crecimiento continuo, y que ese camino sólo es posible si se alinean las agendas nacional y provincial. “Si le va bien a Neuquén, le va bien a los argentinos; y si le va bien a los argentinos, le va bien a Neuquén. Ese es el camino”, sintetizó.
Santilli también confirmó que, antes de reunirse con Figueroa, mantuvo un encuentro con dirigentes y militantes de La Libertad Avanza y otros espacios locales, a quienes saludó en las primeras horas de la mañana, apenas aterrizado en el aeropuerto local.


