El fenómeno se desarrolló en un escenario meteorológico adverso, con tormentas convectivas, abundante actividad eléctrica y lluvias irregulares. Los incendios afectaron zonas cercanas a Junín de los Andes, Villa Pehuenia, Moquehue y Aluminé, dentro de áreas boscosas de difícil acceso. La Secretaría de Emergencias dispuso un monitoreo permanente junto al Servicio Nacional de Manejo del Fuego, la Policía, bomberos locales y aeronaves de vigilancia, aunque las condiciones climáticas complican las tareas de sobrevuelo debido a la neblina y a los techos nubosos bajos.
Defensa Civil suspendió todas las quemas autorizadas y reforzó la campaña de prevención y concientización turística, ante el incremento del riesgo ígneo propio del inicio de temporada. Las autoridades recordaron que el fuego también puede ser causado por negligencias humanas, como fogones mal apagados o colillas de cigarrillo arrojadas en zonas secas.
El pronóstico indica que la inestabilidad continuará durante los próximos días, con nuevas tormentas previstas para el fin de semana y hasta el martes próximo, lo que mantendrá en vilo a las brigadas forestales. Cruz subrayó que el objetivo inmediato es detectar la evolución de los focos activos y evitar su propagación, en un escenario donde las altas temperaturas y la falta de humedad aumentan el peligro en toda la Patagonia.