El juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski en Chaco atraviesa jornadas de fuerte conmoción, con testimonios cargados de emoción, referencias a la red de poder político del clan Sena y denuncias sobre presiones e intimidaciones. La madre de la víctima en comunicaicón con Radio 7, Gloria Romero, volvió a expresar su dolor y su temor por las condiciones en las que se desarrolla el proceso, remarcando que la familia arrastra dos años de persecución y hostigamiento desde el crimen ocurrido en junio de 2023.
Durante la audiencia, la reproducción de audios de Cecilia quebró emocionalmente a su madre, quien describió el impacto de volver a escuchar la voz, los sueños y la vida cotidiana de su hija. De acuerdo con su testimonio, su hija buscaba emprender una vida lejos de Chaco, ilusión que se vio truncada cuando, según la investigación, fue engañada con un supuesto viaje a Ushuaia y asesinada en la casa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, donde fue vista por última vez.
El proceso judicial expuso nuevamente el entramado político y territorial del clan Sena, acusado no solo por el femicidio, sino también por haber ejercido influencia en estructuras provinciales. En ese marco, la defensa de los imputados intentó cuestionar la credibilidad del testimonio de la familia de la víctima y pidió nulidades procesales. Romero afirmó que esas maniobras buscan dilatar el juicio y no demostrar inocencia, mientras que los peritajes y declaraciones coinciden en aspectos clave del caso, incluyendo evidencia obtenida de búsquedas en Google del principal acusado, que contrastan con los planes de vida manifestados por Cecilia.
El juicio cuenta con la presencia de un jurado popular, cuya seguridad también fue puesta en debate tras señalamientos hacia miembros de la defensa por supuestas conductas intimidatorias. La familia Strzyzowski sostiene que parte del entorno imputado aún opera con sensación de impunidad y teme represalias una vez finalizado el proceso. La sentencia se espera para el 20 de noviembre, donde se definirá la situación de César Sena, señalado como autor del femicidio, y de sus padres, acusados como partícipes necesarios.
El caso, que conmocionó al país y derivó en marchas y expresiones de apoyo en distintas ciudades, volvió a poner en agenda la necesidad de combatir las tramas de violencia política y patriarcal, así como de garantizar protección a las víctimas, familiares y testigos en procesos donde intervienen actores con poder territorial.


