La tarde del martes en Neuquén capital se vio alterada por un macabro hallazgo. Una pareja que caminaba con sus perros por calle Pergamino, a unos 200 metros de la bajada de Maida, percibió un fuerte olor nauseabundo. Al acercarse al borde del canal divisaron lo que parecía ser un cuerpo sin vida, parcialmente sumergido en el agua.

De inmediato dieron aviso a la Comisaría 12, que confirmó la denuncia y convocó a Criminalística, Bomberos, y al equipo de Seguridad Personal del área de Investigaciones de la Policía de Neuquén. En el lugar también se hizo presente la fiscal Lucrecia Solar, quien encabezó el procedimiento de levantamiento del cuerpo.

Según explicó el comisario Dante Catalán, superintendente de Investigaciones, el cadáver estaba envuelto en un colchón inflable de color azul, atado con alambre en la parte superior y con una soga en la cintura. Vestía sandalias, un suéter rosa de manga larga, un anillo en la mano izquierda y no tenía ropa interior.

“El cuerpo se hallaba semisumergido en un canal de unos 50 centímetros de profundidad. Presentaba una lesión en el muslo y un tatuaje en el tobillo izquierdo”, precisó Catalán.

El cadáver fue trasladado a la Morgue Judicial para realizar la autopsia, que buscará determinar la causa y la data de muerte.

Debido al estado avanzado de descomposición, el cuerpo no pudo ser identificado en el momento ni se pudo determinar su sexo. No obstante, el hallazgo generó especulaciones sobre una posible relación con la búsqueda de Azul Semeñenko, una joven desaparecida en la región.

El comisario Catalán evitó adelantar hipótesis:

“Objetivamente no se puede certificar que se trate de Azul. Hoy se realizarán distintas diligencias y análisis que podrían aportar información sobre la identidad. Hay elementos coincidentes, pero nada confirmado”, afirmó.

El hallazgo ocurrió en una zona con escaso alumbrado público, rodeada de empresas y predios industriales. Personal policial realizó un relevamiento de cámaras privadas en busca de registros que ayuden a reconstruir el movimiento de vehículos o personas en las horas previas al descubrimiento.

“El canal tiene poca profundidad, por lo que no es un lugar donde un cuerpo podría pasar inadvertido mucho tiempo. Se presume que fue arrojado recientemente”, explicó Catalán.

La calle Pergamino permanecerá cortada y bajo custodia policial hasta que concluyan las pericias. En las próximas horas, el equipo de criminalística volverá al sitio para continuar con la inspección ocular diurna y recoger nuevos indicios.

Fuentes policiales confirmaron que no se trata de un suicidio, ya que el modo en que el cuerpo fue hallado indica una intervención de terceros. Las primeras hipótesis apuntan a una muerte violenta, y la Fiscalía trabaja en la recolección de elementos que permitan identificar tanto a la víctima como a los responsables.

“Estamos ante un hecho criminal. Todo indica que alguien colocó el cuerpo allí deliberadamente”, sostuvo Catalán.

El caso mantiene en vilo a la comunidad neuquina, mientras continúan las tareas de identificación y análisis pericial para determinar cuándo y cómo murió la persona encontrada.