
La familia de Franco Ramírez, asesinado el 1 de junio de 2025 en Loncopue durante una reunión, exige que se cambie la carátula del caso a homicidio agravado y que se revoque la prisión domiciliaria del imputado, Pedro Cides, quien está acusado de apuñalar a Franco, causándole la muerte de forma inmediata.
La modificación implicaría la posibilidad de una condena a prisión perpetua y de cumplimiento efectivo.
La familia sostiene que el ataque fue sorpresivo y a traición, impidiendo que Franco pudiera defenderse. «Los cinco testigos presenciales coinciden que fue un ataque a traición. Ellos incluso hablan qu e tuvieron que sujetarlo para que no lo siga atacando», afirmó Sebastián, hermano de Franco, en Radio 7.
Además de los testimonios, la familia cuenta con pruebas científicas que respaldan su versión. «Hay evidencia científica, que demuestra que hay cero lesiones defensivas en mi hermano».
El hermano de la víctima también mencionó un informe toxicológico que revela que Franco no estaba en condiciones de advertir el ataque debido al alcohol en su sangre. «Un informe toxicológico que se agregó hace muy poco constata el alcohol, que mi hermano no tenía la reacción suficiente y que no estaba en condiciones de poder advertir el ataque», señaló.
La familia espera que la fiscal acompañe su pedido de cambio de carátula y que se haga justicia por Franco. «Lo bueno es que la fiscal ya nos dio su palabra que iba a acompañar porque también cree que cometió un homicidio agravado por alevosía», concluyó Sebastián.
En este marco, familiares, amigos y vecinos de Franco realizarán este miércoles una nueva marcha en la Plaza de los Héroes, a las 19 horas, para reclamar un cambio en la carátula judicial de la causa.