
El próximo 2 de octubre, los jueces darán su veredicto en el caso Solano II, donde se juzga la responsabilidad de tres policías en la desaparición de Daniel Solano, un trabajador temporario salteño desaparecido en Choele Choel en noviembre de 2011.
Por un lado, la fiscalía insistió en la culpabilidad de los tres policías imputados, mientras que las defensas cuestionaron la evidencia presentada y reclamaron la absolución.
De hecho, la familia Solano, representada por el abogado Leandro Aparicio, espera la culpabilidad de los acusados. «En esta causa estos tres policías tendrían que haber estado incluidos en la misma causa que los policías del 2018», afirmó.
Según Aparicio, los tres policías juzgados ahora son los que estaban dentro del boliche donde Solano fue visto por última vez, y les correspondería la misma pena que a los otros siete policías condenados.
A su vez, señaló la existencia de un pacto de silencio que ha durado casi 14 años, donde se han cubierto responsabilidades para no dar con los culpables. «Por supuesto que hay un pacto de silencio», aseguró.
Además, indicó que el caso ha tenido graves consecuencias para los testigos, especialmente los de identidad reservada. «Dos de ellos han sufrido no solo amenazas, sino consecuencias muy graves en su integridad física y han tenido que abandonar la provincia», reveló Aparicio.