Un joven de 27 años con antecedentes de salud mental provocó destrozos en la zona comercial de Cipolletti y terminó hospitalizado tras ser reducido por vecinos y la policía. El hecho ocurrió en la intersección de Esquiú y Don Bosco, donde fue visto descalzo, sin remera y armado con un palo, con el que atacó vehículos y comercios.

En diálogo con Radio 7, el subcomisario Patricio Mussari confirmó que el hombre rompió al menos dos vidrieras y dañó dos automóviles, entre ellos una camioneta Amarok. Los vecinos, alarmados por la violencia del episodio, intervinieron para frenarlo y lo golpearon antes de la llegada de los móviles policiales, lo que derivó en lesiones en la cabeza y en la boca.

Tras ser reducido, el joven fue esposado de manos y tobillos debido a la intensidad del brote, y luego trasladado al hospital local. Según detallaron fuentes policiales, ingresó con heridas visibles y en estado de agitación, aunque su vida no corría peligro. La intervención permitió también contactar a su familia, que lo buscaba tras ausentarse de su domicilio en Neuquén.

Las autoridades precisaron que el joven padece un trastorno mental con episodios de alucinaciones y que la ausencia de medicación habría precipitado la crisis. Su madre confirmó que recibe atención psiquiátrica, pero llevaba horas desaparecido y no contaba con pertenencias ni medicación al momento de ser encontrado en Cipolletti.

El incidente dejó importantes daños materiales y una fuerte conmoción en el barrio. Comerciantes afectados realizaron denuncias formales para que los seguros puedan cubrir las roturas, mientras que la policía tomó acta de las agresiones contra los vehículos y vidrieras. La situación se vivió con gran tensión en la zona de las 300 Viviendas.

Mussari explicó que durante el operativo el joven alternaba momentos de lucidez con episodios violentos, lo que obligó a extremar medidas de seguridad en su traslado. Además, aclaró que no se trató de un intento de robo, sino de una crisis vinculada a un problema de salud mental, lo que confundió a los vecinos y generó una reacción desmedida.

El caso expuso la vulnerabilidad de quienes atraviesan trastornos mentales y la falta de herramientas comunitarias para prevenir episodios críticos. Los especialistas remarcan la importancia de la continuidad de los tratamientos y de garantizar la asistencia temprana para evitar que situaciones similares escalen en violencia.

Las autoridades recordaron que existen guardias de salud mental que funcionan las 24 horas en algunos hospitales y líneas de contención disponibles. Entre ellas, la Línea Nacional de Prevención del Suicidio 011-5275-1135 y el número provincial 299-5358191 en Neuquén, que brindan acompañamiento en momentos de crisis.