
Un hombre fue condenado a nueve meses de prisión efectiva en Chos Malal luego de comprobarse que utilizó una tarjeta de débito ajena para realizar compras y que además se quedó con objetos robados. La pena fue acordada entre la fiscalía y la defensa, y avalada por la justicia neuquina tras una audiencia llevada a cabo el viernes pasado.
El fiscal del caso, Víctor Salgado, presentó un acuerdo de pena junto a la asistente letrada Romina Travieso. La investigación permitió establecer que el imputado incurrió en dos delitos: defraudación mediante el uso de una tarjeta ajena y encubrimiento, ambos cometidos en distintos episodios durante el presente año.
El acusado, identificado como Diego Nicolás Rodríguez, fue declarado reincidente, lo que agravó su situación judicial y justificó la aplicación de una pena efectiva. El Ministerio Público Fiscal expuso durante la audiencia la secuencia de hechos que sustentaron la acusación y que fueron considerados probados por el juez interviniente.
Según la teoría del caso, el 13 de julio Rodríguez usó una tarjeta de débito robada para realizar compras por 85 mil pesos en dos comercios de Chos Malal. El movimiento irregular fue detectado tras la denuncia de la persona damnificada, lo que activó la intervención de la fiscalía.
Posteriormente, en agosto, el hombre fue detenido en la ciudad con ropa y un teléfono celular sustraídos de una vivienda del barrio Pinitos, apenas un día después de que la familia damnificada denunciara el robo. La recuperación de los elementos comprometió aún más al imputado.
El 31 de agosto fue nuevamente aprehendido, esta vez en poder de un teléfono celular y un parlante robados del interior de un vehículo Fiat Uno estacionado sobre calle Mitre. Este último episodio terminó de consolidar la acusación de encubrimiento y fue incluido en la condena.
El acuerdo presentado por la fiscalía fue avalado por el juez de garantías Eduardo Egea, quien dispuso que la condena se cumpla en la localidad de Andacollo. La decisión puso fin a un proceso que había generado preocupación en la comunidad por la reiteración de hechos delictivos en poco tiempo.
Con esta sentencia, la justicia busca enviar un mensaje claro sobre la importancia de sancionar los delitos de defraudación y encubrimiento, en un contexto en el que la utilización de tarjetas ajenas y la circulación de objetos robados se han convertido en modalidades frecuentes que afectan la seguridad ciudadana.