
El Ministerio de Salud de Neuquén confirmó la muerte de una mujer de 44 años por hantavirus en San Martín de los Andes. En diálogo con Radio 7, Juan Fernández Caniggia, coordinador de salud ambiental de la localidad, detalló que se trata del segundo caso confirmado en la provincia en lo que va del año.
Tras la confirmación, las autoridades activaron el protocolo de seguimiento de contactos estrechos, enfocado en familiares y personas que hayan convivido con la paciente. El objetivo es realizar los relevamientos sanitarios pertinentes y detectar posibles contagios para evitar nuevos casos.
El contagio por hantavirus ocurre principalmente por exposición a secreciones de roedores, específicamente el colilargo, que actúa como reservorio del virus. Estos animales liberan partículas virales en la orina, heces y saliva, contaminando el ambiente y representando un riesgo para quienes frecuentan zonas rurales, boscosas o espacios cerrados donde los roedores buscan refugio.
Fernández Caniggia explicó que la otra vía de transmisión, en este tipo de hantavirus, es persona a persona, aunque es menos común. En el caso confirmado, no se ha podido determinar con precisión el lugar de contagio, aunque se investigan actividades de riesgo como la limpieza de galpones cerrados o recorridas en zonas naturales cercanas a la ciudad.
Las autoridades sanitarias recomiendan precauciones para la población local y turistas, como no ingresar a refugios cerrados durante largo tiempo, ventilar adecuadamente antes de limpiar, mantener la comida protegida, usar agua segura y evitar acampar en lugares no habilitados, especialmente en áreas donde hay presencia de roedores.
Actualmente, los contactos estrechos de la paciente se encuentran bajo seguimiento y aislamiento según su nivel de riesgo, siguiendo las nuevas normativas nacionales que permiten caracterizar a cada persona como de alto o bajo riesgo, determinando si requieren aislamiento prolongado o solo vigilancia epidemiológica.
Fernández Caniggia aclaró que, aunque se trata de un caso fatal, la situación se encuentra dentro de lo habitual para la región, sin indicios de brote. En la provincia de Neuquén se registran esporádicamente casos a lo largo del año, sin estacionalidad marcada, aunque el riesgo aumenta en actividades al aire libre o rurales donde se produce contacto con el hábitat de los roedores.
El coordinador de salud enfatizó que la prevención y la vigilancia epidemiológica son fundamentales para controlar la enfermedad. Las autoridades mantienen protocolos estrictos de seguimiento, educación sobre medidas de seguridad y monitoreo de la población para minimizar riesgos y proteger la salud de la comunidad.