
Un hecho de inseguridad volvió a encender las alarmas en Villa La Angostura. Durante la madrugada del lunes, la policía demoró a dos menores de edad que intentaron ingresar a un comercio céntrico de la localidad. Uno de ellos portaba una réplica de arma de fuego, mientras que un tercero logró escapar en moto junto a otros jóvenes.
El comisario Marcos Oviedo, de la Policía de Neuquén, informó que todo comenzó cerca de la 1 de la madrugada, cuando se activó la alarma de un local ubicado en una de las avenidas principales. El propietario del comercio, que tenía el sistema de seguridad conectado a su celular, acudió de inmediato y encontró a un menor en el interior tras forzar la entrada.
“El adolescente había provocado daños en las puertas e intentado llevarse mercadería, aunque no alcanzó a sustraer nada. El dueño lo retuvo hasta la llegada del personal policial, que procedió a su demora”, explicó Oviedo.
Mientras se realizaba el procedimiento, los efectivos fueron alertados de la presencia de otro joven en las inmediaciones. Durante la identificación, se comprobó que llevaba una réplica de arma de fuego, lo que generó aún más preocupación entre los comerciantes y vecinos.
Según detalló el comisario, los adolescentes forman parte de un grupo conocido en la localidad por su reiterada participación en hechos delictivos. “Son chicos que ya han sido identificados en otras oportunidades. Intervienen diversos organismos locales, la defensoría y el juzgado de familia”, señaló.
Aunque se trata de menores de edad y la información es restringida por cuestiones legales, la policía confirmó que residen en Villa La Angostura y no son visitantes de otras ciudades. Este dato resulta significativo porque en temporadas turísticas los comerciantes suelen denunciar robos cometidos por personas provenientes de Bariloche o Neuquén capital, pero en esta ocasión los involucrados pertenecen a la propia comunidad.
El hecho reaviva la inquietud de los dueños de locales, especialmente en la avenida Arrayanes y otros corredores comerciales, donde cada temporada —en especial en verano— crece la preocupación por la inseguridad.
Los menores fueron puestos a disposición de la justicia, pero por su edad no alcanzan la imputabilidad penal. Ahora la causa será derivada a la órbita del juzgado de familia y los organismos de protección de menores.
El comisario Oviedo confirmó que se trabaja en un seguimiento integral para evitar nuevos episodios. “Estos jóvenes ya son conocidos por este tipo de conductas y requieren un abordaje social y judicial para frenar la reincidencia”, sostuvo.