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“Quiero justicia, me arruinaron la vida”: Alison Calfunao salió de la clínica y se reencontró con su familia

Con un mensaje contundente, Alison Calfunao tuvo su primera salida de la clínica en Buenos Aires y se trasladó hasta el departamento donde viven su esposo Emiliano y sus hijos, mientras continúa con su rehabilitación. La joven, que había ingresado a una clínica privada para realizarse una ligadura de trompas, terminó en estado crítico, perdió […]

Con un mensaje contundente, Alison Calfunao tuvo su primera salida de la clínica en Buenos Aires y se trasladó hasta el departamento donde viven su esposo Emiliano y sus hijos, mientras continúa con su rehabilitación. La joven, que había ingresado a una clínica privada para realizarse una ligadura de trompas, terminó en estado crítico, perdió una pierna y logró sobrevivir gracias a un trasplante de corazón.

Entré a una cirugía simple y quedé abandonada. Los médicos deben hacerse responsables porque me arruinaron la vida”, expresó en una entrevista con Radio 7, donde también agradeció el apoyo de la comunidad neuquina que siguió de cerca su recuperación.

Durante semanas, Alison permaneció en terapia intensiva y llegó a estar al borde de la muerte. Su vida se salvó gracias al gesto solidario de un donante, aunque las secuelas fueron graves: amputación de una pierna, múltiples marcas físicas y dependencia de más de 30 medicamentos diarios para evitar el rechazo del órgano.

“Estoy viva gracias a un ángel que donó su corazón. Mi objetivo ahora es salir caminando de la clínica junto a mis hijos y mi marido”, sostuvo emocionada.

La familia insiste en que existió mala praxis médica. “Sobrevivió por un milagro, pero hoy vive con secuelas irreversibles. Esto ocurrió porque no hicieron su trabajo con compromiso”, denunció Emiliano, su esposo.

El caso avanza en la justicia con acompañamiento de abogados y peritos médicos que ya recopilaron informes sobre fallas graves en el procedimiento quirúrgico.

Mientras continúa la rehabilitación física y cardíaca en Buenos Aires, Alison se prepara para recibir una prótesis que le permitirá recuperar la movilidad. Su esposo y sus hijos la acompañan en un proceso que demanda esfuerzo, cuidados extremos y tratamiento permanente.

“Lo que pasó conmigo no puede volver a pasar. Quiero justicia para que nadie más sufra lo que yo sufrí”, concluyó.

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