
Este lunes por la tarde llegan a la provincia de Neuquén nuevos radares que serán instalados en distintos tramos de la Ruta 7, sumándose a los ya existentes en San Patricio del Chañar y Añelo. El propósito principal es disminuir la velocidad máxima permitida de 110 a 80 km/h, reforzando la seguridad vial en un corredor clave del territorio.
La instalación de estos dispositivos forma parte de una estrategia encabezada por la Provincia para mejorar el control del tránsito, reducir accidentes y promover una conducción más responsable. Estos radares operarán bajo normativa provincial, con señalización previa y criterios técnicos claros, tal como establece la nueva normativa que regula su uso.
Además de los radares, los operativos incluirán test de alcoholemia en diversos puntos de la ruta, balanzas para verificar el peso de camiones y retenes coordinados entre la Policía provincial y la Dirección de Seguridad Vial. De esta manera, se busca controlar tanto la velocidad como otros riesgos viales como el exceso de carga y la conducción bajo efectos del alcohol.
El incremento en la fiscalización refleja la decisión del gobierno provincial de priorizar la prevención sobre la recaudación, enmarcado en la reciente ley que reglamenta la instalación y funcionamiento de radares en rutas provinciales. La normativa exige justificación técnica y visibilidad previa, así como transparencia en la destinación de los fondos recaudados.
Los radares instalados previamente en San Patricio del Chañar y Añelo habían sido objeto de controversia por su señalización y uso. La nueva normativa establece una suspensión por 180 días de radares que no cumplan con los requisitos legales, hasta que sean autorizados formalmente por la autoridad vial provincial.
La reducción de velocidad a 80 km/h en ciertos tramos responde a los índices de siniestralidad y a estudios técnicos que indican que esa medida tiene un impacto directo en la disminución de accidentes graves. Los conductores deben estar alertas a las nuevas limitaciones, especialmente en sectores donde prevalece tránsito pesado de camiones.
Las balanzas incluidas en el operativo permitirán identificar vehículos sobrecargados, otro factor frecuente de siniestros en rutas. El control conjunto con test de alcoholemia busca conformar una política integral que abarque todos los frentes de riesgo vial: velocidad, peso e ingesta de alcohol.
En resumen, la llegada de nuevos radares a la Ruta 7 y la puesta en marcha de operativos complementarios consolidan un enfoque proactivo de la provincia: fortalecer la seguridad vial mediante mecanismos tecnológicos, controles coordinados y normativa clara, en favor de una circulación más ordenada y cuidada.