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Vacaciones de invierno con caída de turismo y mayor gasto individual

Las vacaciones de invierno dejaron un sabor amargo para el turismo argentino. Según datos brindados por Salvador Femenía, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se registró una caída del 10,9% en la cantidad de personas que viajaron respecto al mismo período del 2024, y un 11,2% menos de impacto económico general. […]

Las vacaciones de invierno dejaron un sabor amargo para el turismo argentino. Según datos brindados por Salvador Femenía, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se registró una caída del 10,9% en la cantidad de personas que viajaron respecto al mismo período del 2024, y un 11,2% menos de impacto económico general.

El total gastado en estas vacaciones fue de 1,5 billones de pesos, lo que equivale a unos 1.163 millones de dólares, una cifra inferior a la del año pasado. Además, la estadía promedio por persona cayó de 4,1 días a 3,9 días, lo que también refleja un descenso sostenido en comparación con 2023, aun cuando el gasto promedio diario creció un 4,8%, alcanzando los 89.000 pesos.

El turismo interno muestra señales de debilidad, agravadas por la falta de turismo extranjero y por el aumento de argentinos que eligen vacacionar en el exterior. “Hay un impacto económico, sí, pero muy por debajo de lo que se esperaba”, explicó Femenía, destacando que las cifras podrían haber sido aún peores dadas las condiciones actuales.

La situación económica del país fue un factor determinante, según el vocero de CAME. La clase media fue la más afectada y muchas familias optaron por excursiones de un solo día a destinos cercanos. Este tipo de turismo, conocido como «excursionismo», no se refleja plenamente en los datos, pero marca una tendencia clara hacia opciones más austeras.

Las condiciones climáticas tampoco colaboraron con el panorama turístico. En zonas cordilleranas, la nieve llegó tarde o no llegó, como en el caso de Penitentes, Mendoza. Y en la costa atlántica, el frío y la lluvia desalentaron los viajes. Estas inclemencias se sumaron a una ya difícil realidad económica para frenar aún más el movimiento turístico.

El encarecimiento de los destinos nacionales frente a la oferta exterior también empujó a muchas personas a vacacionar fuera del país. Brasil fue uno de los destinos más elegidos debido a los precios accesibles. “Por la misma o menor plata, la gente elige irse a una playa donde el clima es mejor y los costos más bajos”, dijo Femenía.

Argentina se está convirtiendo en un país caro para vacacionar, incluso para sus propios ciudadanos. Destinos como Bariloche pueden requerir gastos cercanos al millón de pesos diarios para una familia tipo, un monto inalcanzable para gran parte de la población. Esta situación desalienta el turismo nacional y erosiona la competitividad frente a otros destinos.

Las pymes turísticas están atravesando un momento crítico, según CAME. La caída en la rentabilidad, la baja del consumo interno y la pérdida de visitantes afectan directamente al sector. “Estamos con el consumo muy amesetado y eso complica a la industria pyme, que depende de ese movimiento”, concluyó Femenía.

 

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