
Luego de una larga y dolorosa recuperación que incluyó un trasplante de corazón y la amputación de una pierna, Alison Calfunao, la joven de 28 años oriunda de Neuquén, recibió el alta médica en el Hospital Italiano de Buenos Aires. El lunes fue trasladada a una clínica de rehabilitación, donde inicia una nueva etapa, más cerca del tan esperado reencuentro con sus hijos y con la mirada puesta en un objetivo claro: justicia.
“Yo tenía una cirugía común, nada que ver con esto… y terminé con un trasplante. Fue un trauma, una pesadilla”, relató Alison.
Su testimonio cobra relevancia en una causa que sigue generando conmoción y que investiga qué ocurrió el pasado 9 de junio, cuando ingresó a una clínica de maternidad de la capital neuquina para una cirugía de rutina y terminó en un quirófano con dos paros cardíacos y un posterior traslado de urgencia a Buenos Aires.
Durante la entrevista con Noticias 7, Alison reveló que no recuerda nada del momento en que fue intervenida quirúrgicamente: “Me desperté en Buenos Aires sin entender qué había pasado. Me habían amputado una pierna y tenía un corazón nuevo. Los primeros días no podía ni moverme. Solo el dedo. Fue durísimo”.
Hoy, en proceso de rehabilitación intensiva –dos sesiones por día de una hora y media–, espera reencontrarse pronto con sus hijos: “Ellos me dan fuerza. Quiero salir caminando de acá”. Pese al dolor físico y emocional, asegura que se aferra a la fe, a su familia y a la voluntad de salir adelante.
Mientras avanza la recuperación de Alison, la causa judicial que investiga lo ocurrido sigue su curso en Neuquén. Su abogado, Mariano Mansilla, denunció que los médicos y el anestesista que participaron en la cirugía se niegan a brindar explicaciones a la familia. “Se escudan en que van a declarar solo ante la justicia, pero la familia esperaba un gesto humano, una palabra, un informe que dé alguna pista de qué falló. No están pidiendo una defensa penal, sino respeto”, afirmó.
Mansilla adelantó que se impulsarán pericias sobre el equipamiento utilizado (como el capnógrafo) y que serán citados todos los presentes en quirófano, desde médicos hasta personal auxiliar. También se incorporará al equipo legal el médico Francisco Delgado, junto a los abogados del recordado caso Valentín, para aportar experticia.
La familia, además, reclamará una compensación económica vitalicia que permita a Alison sostener los altos costos médicos derivados de su estado actual.
Sobre la causa judicial, Alison admitió que prefiere enfocarse en su rehabilitación, aunque remarcó: “Lo único que pido es justicia. Que no se olvide y que no vuelva a pasar”. Y agregó: “Yo confié en esos profesionales y terminar así… da miedo. Hoy hasta desconfío de la anestesia que me ponen para un estudio”.
Además, la joven agradeció profundamente a la familia del donante que le dio una nueva oportunidad de vivir: “Hoy estoy viva gracias a un ángel. Siempre quise donar mis órganos. Hoy me tocó recibir uno. Que la gente sepa que donar es dar vida”.
Alison continuará con controles semanales en el Hospital Italiano, incluyendo biopsias para monitorear la adaptación del nuevo corazón. Aunque su evolución es favorable, el proceso es largo y complejo. Sin embargo, no pierde la esperanza: “Estoy acá. Estamos vivos. Vamos a salir de esta pesadilla”.