
El Concejo Deliberante de Neuquén Capital se encuentra inmerso en un significativo debate para reformar el actual Código Contravencional de Faltas municipal, con el objetivo de modernizarlo y adaptarlo a las necesidades y dinámicas actuales de la ciudad. La concejala Victoria Fernández, quien preside la Comisión de Legislación General, ha destacado la importancia de esta iniciativa que busca una revisión integral.
La modificación, que podría derivar en un nuevo «código de convivencia», ya ha generado la conformación de una comisión especial que incluye al Ejecutivo municipal, los tribunales de faltas y los propios concejales. Este enfoque multidisciplinario asegura que todos los actores clave en la aplicación y cumplimiento de la normativa estén involucrados en el proceso de revisión y actualización.
Uno de los puntos centrales de la reforma se enfoca en las áreas de ambiente y limpieza urbana, consideradas obsoletas en el código actual. La concejala Fernández enfatizó que las normativas vigentes no contemplan la realidad de la ciudad en cuanto a la gestión de residuos y el sistema de contenedores, lo que impide sancionar adecuadamente muchas infracciones relacionadas con la limpieza.
Esta semana, la agenda de trabajo de la comisión se centra en las obras particulares y construcciones, otro aspecto que ha experimentado cambios drásticos en la ciudad. La dinámica constructiva, junto con los avances tecnológicos en los métodos de edificación, exige una actualización urgente del código para asegurar que las normativas se ajusten a las prácticas modernas.
En las próximas semanas, la revisión se extenderá al cuidado del espacio público, el comercio, la bromatología, el tránsito y la seguridad ciudadana. Aunque la sección de tránsito es la que más modificaciones ha incorporado a lo largo del tiempo, incluyendo el sistema de scoring y la educación vial, aún requiere ajustes para garantizar su plena eficacia y pertinencia.
Fernández resaltó la necesidad de incorporar un enfoque de restauración y reparación para los delitos ambientales, diferenciándose de la actual centralidad en las sanciones económicas. La propuesta busca que las multas sirvan como incentivo para la recuperación del daño ambiental, considerando además la posibilidad de establecer un «scoring ambiental» para infractores reiterados.
La digitalización y la accesibilidad de la justicia contravencional para los vecinos son también pilares de esta reforma, buscando simplificar los procedimientos y facilitar el acceso directo de los ciudadanos a los juzgados de faltas sin necesidad de patrocinio jurídico. Esto se logrará mediante la implementación de herramientas tecnológicas y la agilización de los trámites.
Finalmente, la concejala mencionó el abordaje de situaciones complejas como las de las personas acumuladoras y los baldíos abandonados, que generan focos de infección y afectan la convivencia vecinal. Se busca una redacción que permita la intervención municipal, respetando la propiedad privada, pero priorizando la salud pública y el bienestar comunitario.