
Desde este martes 22 de julio, todas las indicaciones médicas en Argentina deberán emitirse exclusivamente en formato electrónico, según la Resolución 2214/2025 del Ministerio de Salud. La medida incluye no solo medicamentos, sino también estudios, prácticas, procedimientos y dispositivos, completando así la digitalización iniciada el 1° de enero.
El sistema funcionará a través de plataformas registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales de Salud (ReNaPDiS), lo que garantiza un circuito interoperable, unificado y trazable en todo el país. El objetivo es facilitar el acceso a los prestadores, obras sociales, farmacias y pacientes, sin importar la cobertura médica.
Para asegurar la trazabilidad y seguridad, cada receta electrónica llevará una Clave Única de Identificación de Receta (CUIR) y se asociará al CUIL del paciente. Estas herramientas evitarán duplicaciones y brindarán un respaldo confiable frente a auditorías o fiscalizaciones.
La normativa también establece un resguardo obligatorio de al menos tres años para recetas archivadas o restringidas, como aquellas que incluyen psicotrópicos o estupefacientes. Esto implica que las plataformas digitales deberán garantizar almacenamiento seguro durante ese período.
Los prestadores deberán adaptarse en fases escalonadas: 45 días para la identificación unívoca, 90 días para las recetas archivadas y 120 días para las restringidas. Para facilitar la transición, el Ministerio coordinará tareas técnicas con plataformas y servicios involucrados.
Se mantendrá la opción de receta en papel en zonas con conectividad limitada, como localidades remotas donde no se pueda implementar el sistema digital. De esta manera, se evitan barreras al acceso en comunidades vulnerables.
El propósito general de esta medida es modernizar el sistema de salud, fomentar la eficiencia, fortalecer la confidencialidad de los datos y reducir errores o fraudes vinculados a las prescripciones manuales. Además, permitirá detectar estudios y tratamientos duplicados, lo que puede significar un ahorro importante para el sistema.
En última instancia, la obligatoriedad de la receta electrónica representa un salto hacia un ecosistema sanitario más transparente y con respaldo legal, alineado con la Ley 27.553 y sus modificaciones reglamentaria. La digitalización pretende ser una herramienta central para mejorar la atención sanitaria en Argentina.