
Este 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, una fecha que recuerda los disturbios ocurridos en 1969 en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, y que marcaron un antes y un después en la lucha por los derechos del colectivo en todo el mundo.
En la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía llevó a cabo una de las tantas redadas en bares frecuentados por personas homosexuales, travestis y trans, consideradas ilegales o marginales en ese entonces. Pero esa noche, los asistentes del Stonewall se resistieron. La rebelión espontánea contra la violencia institucional duró varios días y se transformó en un símbolo de resistencia.
A partir de esos hechos, al año siguiente, en 1970, se organizó la primera marcha del Orgullo en Nueva York, que fue replicándose en otras ciudades del mundo como un acto de visibilidad y reclamo por igualdad de derechos. Desde entonces, cada 28 de junio se conmemora esta fecha como un recordatorio de la lucha por la diversidad, la libertad y el respeto por las identidades.
En muchos países, incluido Argentina, el Día del Orgullo se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos pendientes, como el acceso real a la salud, la educación y el trabajo sin discriminación. También se celebran la identidad, el amor libre y el derecho a ser quienes somos, sin miedo ni prejuicios.
Aunque en Argentina la Marcha del Orgullo se realiza en noviembre para conmemorar la creación del primer grupo de diversidad sexual del país en 1992, el 28 de junio sigue siendo una fecha clave a nivel internacional, para recordar que el orgullo no es solo una celebración: es una forma de resistencia.